Propiedades y usos del corcho

Se emplea como revestimiento decorativo para paredes y suelos

El corcho es uno de los revestimientos más empleados para las superficies, puesto que es un aislante muy resistente.

Una de sus características más destacada es que es muy resistente a las lluvias, así como a las sequías y las altas temperaturas. Por esto mismo, se trata de un material perfecto para emplearlo como aislamiento térmico. Por otra parte, debido a su estructura, absorbe muy bien los ruidos, ya que se compone de pequeñas celdas.

Además de esto, el corcho se caracteriza por ser un producto natural que respeta el medio ambiente, lo que conlleva que es resistente a los agentes químicos. También tienen las propiedades de ser ligero, elástico y no desprende ningún olor. Respecto a su mantenimiento, no necesita demasiados cuidados, lo que le hace un revestimiento muy práctico tanto en paredes como en suelos.

Si lo colocas en el suelo, conseguirás una superficie muy agradable de pisar, porque no se enfría demasiado, debido a su baja conductividad térmica. Además de esto, no se deforma con facilidad, ni siquiera con el peso de los muebles o incluso los golpes.

Tipos de corchos

En cuanto a los tipos de corchos, puedes encontrarlo en losetas, planchas o rollos. En el primero de los casos, se emplea como revestimiento decorativo para paredes y suelos, en los que se colocan losetas barnizadas o enceradas. Respecto a la instalación es muy sencilla en ambas superficies y ofrece una gran durabilidad, aunque en un principio requiere eliminar las imperfecciones para lograr un mejor agarre.

Por otro lado, están las planchas de corcho negro aglomerado, granulado o expandido, con un grosor mayor que el habitual. Se emplean en obras de aislamiento. Estas planchas dan lugar a un buen aislamiento térmico y acústico, pudiéndose colocar incluso en el techo debido a su ligereza. Sirven como una barrera frente a las temperaturas extremas.